Alumnos de un curso SERVEF en riesgo de exclusión social organizan completamente una jornada que registra más de 100 asistentes
Estamos pendientes, muy pendientes de la valoración del curso que van a realizar los alumnos del Certificado de Profesionalidad “Operaciones de Servicios Administrativos y Generales”. El curso finaliza su parte teórico práctica el próximo día 8 de mayo. El día 11 comenzarán su periodo de formación práctica en centros de trabajo.
Rafa, Vicent, Pascual, Emilio, Juani, Merce y Eva. Es posible aprender mientras se trabaja, y trabajar aprendiendo.
Pero lo importante, lo verdaderamente increíble ha sido confirmar el lugar hasta el que han sabido llegar estos “locos”. Comenzaron la iniciativa de “Nivel 1″ posiblemente desconcertados. Es muy probable que esperaran encontrarse con un curso más, “de esos que terminan y no sabes muy bien si han servido para algo”.
Lejos de ese escenario, decidieron implicarse en la realización de una actividad (“pechakucha” se atrevieron a aceptar llamarla, al principio), donde comprometerse a aplicar todo lo que iban aprendiendo. Además, poco a poco la actividad iba obligándoles a adquirir conocimientos nuevos, responsabilidades nuevas, competencias nuevas, muchas de ellas alejadas del “nivel 1″ que impregnaba el programa.
El día 7 de mayo se cierra una puerta: “Adictos a la Innovación en la Atención a las Personas”. A partir de ese día, ya no será necesario redactar más escritos, publicar más post en redes, contestar y realizar más llamadas, buscar información en distintas fuentes, revisar los detalles, volver a redactar más escritos, ordenar la información en carpetas, pedir ayuda, recordar necesidades, pedir presupuestos, imprimir folletos, hacer vídeos y envíos de correo masivos, redactar nuevos post para el blog … A partir del día 7, con la finalización de la actividad, finalizan los compromisos “administrativos” y de “gestión” adquiridos. A partir del día 7 se cierra una puerta, y muy pronto deben abrirse otras…
¿Es innovar en la formación para el empleo comprometer de forma tan profunda a los alumnos en las actividades? ¿Es positivo que asuman compromisos y que el éxito -como el fracaso- dependa exclusivamente de ellos? ¿Se aprende más así? ¿Genera más opciones de encontrar trabajo?
Nos encantará recibir vuestras aportaciones.